Las autoridades jordanas anunciaron el domingo que habían llevado a cabo una operación, que se saldó con la detención de varias personas, para desmantelar un complot para desestabilizar el actual gobierno del rey Abdullah, en el que supuestamente estaba implicado el príncipe Hamza Bin Hussein, hermanastro del rey. Según el viceprimer ministro del país, Ayman Safadi, el príncipe Hamza, principal heredero al trono hasta 2004, y otras personas poderosas del país se reunieron con una fuerza extranjera para perturbar la seguridad de la nación.
Complot contra el rey de Jordania: el príncipe Hamza refuta las acusaciones contra él
Debido a su complicidad, el rey Abdullah condenó a su hermano de 41 años a un arresto domiciliario en palacio, mientras que el príncipe Hamza, afectado por la situación, rompió su silencio y dijo que el jefe del Estado Mayor del Ejército, durante una de sus visitas periódicas a palacio, le informó de que no podía abandonar el palacio, en base a lo cual rechazó su implicación en la trama como imposible y acusó a las autoridades del país de corrupción e incompetencia.
El viceprimer ministro y el general Yousef se pronuncian sobre la culpabilidad del príncipe
Sin embargo, después de que el príncipe alegara su inocencia, el viceprimer ministro Ayman Safadi desmintió las afirmaciones del actual príncipe, explicando que los servicios de seguridad del país habían establecido una investigación hace unos años, en la que observaron con detalle todos los movimientos y actividades del príncipe Hamza, así como del antiguo asesor del rey y de un grupo seleccionado de personas, para determinar si socavaban la seguridad y la estabilidad de la nación.
El jefe del Estado Mayor jordano, el general Yousef Huneiti, también facilitó información sobre este asunto y declaró que se había contactado con el príncipe con antelación para que cesara en sus actividades ilegales que atentan contra la integridad del país. Sin embargo, el príncipe respondió a la petición con una negativa y, como resultado, se ejecutó la orden de detención contra el príncipe y otros implicados, afirmando que nadie está por encima de la ley jordana.